24 de Octubre de 1913
En el ataque sobre Monterrey por
las fuerzas Carrancistas, muchos hombres combatieron embriagados al abrir las
cantinas de los barrios que cayeron en su poder. Pese a la gravedad del asunto,
hubo una nota humorística en el segundo día de combates.
Resultó que al cartel general
llegó la noticia dada por el teniente coronel Francisco Sánchez Herrera de
haber tomado la
Penitenciaría lo que debía ser una gran conquista por lo
inexpugnable de sus gruesos y altos muros.
El general en jefe Pablo González
ordenó al mayor Carlos Prieto que viera los progresos realizados por Sánchez
Herrera. El joven de unos 26 años, serio, sereno y valeroso hasta exageración
salió a cumplir su comisión.
Como una hora más tarde –cuenta Manuel W. González
– volvió para rendir el “parte” que se hizo muy famoso en las filas
revolucionarias. Cuadrándose militarmente delante de Don Pablo le dijo muy
pausadamente: “Mi general: llegué hasta donde está el teniente coronel Sánchez Herrera y su gente. El teniente
coronel dice que la
Penitenciaria está tomada, esto carece de veracidad. Él sí
esta tomado y su fuerza también”
Revista ATISBO Año 5- Núm 28 - Septiembre / Octubre de 2010
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