In nican ca tlamachilliztlatolzazanilli ye huecauh mochiuh- Aquí están las palabras-recuerdo que repiten lo que se sabe que sucedió en la antigüedad

sábado, 8 de septiembre de 2012

La conducta de aquella caballería produjo la mayor indignación ( Molino del Rey, Manuel Balbontín )




" Aunque se esperaba que los cuatro mil caballos situados en la Hacienda de los Morales, hubieran cargado sobre los americanos, semejante carga no tuvo verificativo. La conducta de aquella caballería produjo la mayor indignación; mas será justo examinar algunos de los motivos que pudieron influir en su inacción.

En primer lugar, se dio el mando de ella al general Juan Alvarez, antiguo jefe independiente, educado en la guerra de las montañas, y en consecuencia poco familiarizado con las batallas campales. Es sabido que el manejo de esta arma, exige jefes de mucha instrucción y de cualidades excepcionales; de ojeada militar segura, de concepción pronta y de ejecución rápida y enérgica.

Una masa de cuatro mil jinetes necesitaba ser mandada por un jefe como el descrito. Desprovista la caballería de fuegos eficaces propios, y siendo su principal objeto el ataque en masa, le es indispensable la acción de la artillería para preparar sus cargas, porque casi es segura su derrota si se lanza sobre tropas frescas, que no hayan sido conmovidas por el fuego. Pues bien, la división del general Alvarez no contaba con un solo cañón. Como hemos visto, parte de la artillería a caballo se perdió tras de los parapetos de Churubusco.

Entre la Hacienda de los Morales y el campo que ocupaba el enemigo, existe una barranca que los americanos cubrieron con infantería y artillería, con el objeto de rechazar el ataque que por aquel lado se les dirigiera.
No obstante, si el general Alvarez hubiera podido disponer por lo menos de una batería, bajo la protección de los fuegos podía haberse intentado el ataque, pasando al efecto por detrás de Casa Mata, donde el barranco es poco profundo y de suaves pendientes.

Es verdad que el paso es algo estrecho, y esta circunstancia aumentaría las causas que paralizaran el impulso de la caballería, la cual, una vez vencido el obstáculo, tendría que reformarse para cargar en seguida; mas a pesar de todo no era impracticable la operación.

Aunque por falta de artillería crecían las dificultades, en mi humilde concepto debía haberse intentado la carga con una parte de la división, dejando la otra de reserva, ya para secundar a la que atacase, en caso de buen éxito, ya para sostenerla en su retirada, en caso de derrota.

Empero, la carga no se intentó, y los americanos con sus reiterados ataques, habiendo cortado la retirada a los defensores del Molino del Rey, éstos se vieron obligados a replegarse por la calzada de Anzures."

Manuel Balbontín 

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